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jueves, 9 de junio de 2011

La sequía: un causante de crisis


La sequía se puede definir como una anomalía transitoria en la que la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de los requerimientos estadísticos de un área geográfica dada. El agua no es suficiente para abastecer las necesidades de las plantas, los animales y los humanos.

La causa principal de toda sequía es la falta de lluvias o precipitaciones, este fenómeno se denomina sequía meteorológica y si perdura, deriva en una sequía hidrológica caracterizada por la desigualdad entre la disponibilidad natural de agua y las demandas naturales de agua. En casos extremos se puede llegar a la aridez.
Tipos de sequía:
Cuando persiste la sequía, las condiciones circundantes empeoran gradualmente y su impacto en la población local se incrementa. Se tiende a definir la sequía en tres formas principales:
·      Sequía meteorológica: se define normalmente comparando la precipitación de un lugar y momento concreto con la precipitación media de ese lugar para un periodo de tiempo muy largo. Por eso la definición es específica de cada lugar. La sequía meteorológica tiene como consecuencia la desecación del suelo y eso casi siempre tiene un efecto directo sobre la producción de los cultivos.
En este caso sólo consideramos el factor objetivo de la reducción de precipitación sin tener en cuenta los efectos de esa reducción en las reservas de agua, las necesidades humanas o la agricultura.
·      Sequía agrícola: se nota después de la sequía meteorológica (cuando disminuye la precipitación), pero antes de la sequía hidrológica (cuando descienden los niveles de agua en ríos, lagos y embalses).
Ocurre cuando no hay suficiente agua para que puedan crecer los cultivos. Esta sequía no depende sólo de la cantidad de agua que haya o que llueva, también depende de cómo se use el agua de bien o mal. Imagínate que hay una sequía y además están regando los cultivos sin ningún cuidado, entonces el problema es mucho mayor.
Es importante destacar que los efectos de la sequía no son iguales en los cultivos de regadío y los de secano. En los primeros los impactos suelen ser menos importantes porque pueden seguir regándose con el agua de los embalses aún cuando no llueve. Los cultivos de secano, en cambio, dependen totalmente de las precipitaciones y si no llueve, no tienen agua suficiente para vivir.
·      Sequía hidrológica: está asociada con los efectos que tienen los periodos con poca precipitación sobre los niveles de los ríos, los embalses y los acuíferos. Esta sequía suele notarse normalmente después de la meteorológica, primero disminuye la precipitación durante un tiempo y después empiezan a bajar los niveles de los embalses y de los ríos.
Este tipo de sequía afecta a los usos que dependen del nivel de agua de los ríos y embalses, como es la energía hidroeléctrica, los usos recreativos, los ecosistemas, la industria, etc.

Consecuencias

La falta de agua, además, puede llegar a producir enfermedades como cirrosis o tuberculosis. Aunque esto también puede generar serios problemas en otras areas:
  • Agrícolas: la falta de agua de manera prolongada provoca la falta de desarrollo de los cultivos. Esto se ha agravado por el tipo de cultivo industrial y cultivo hidropónico con grandes necesidades hídricas, en detrimento de los cultivos tradicionales, los llamados de secano, cultivos apropiados a la demanda de agua y escasez estacional de la misma.
  • Forestales: estrés hídrico, provocando efectos dañinos en el crecimiento vegetal y enfermedades derivadas del crecimiento anormal de las plantas.
  • Ganadería: deshidratación de los animales y pérdida de éstos por falta de alimento y enfermedades que se desarrollan en condiciones con bajo nivel de humedad.

     La peor sequía argentina de los últimos tiempos arrasa con cultivos y ganados
Una de las peores sequías de las últimas décadas arrasa cultivos, seca ríos y vertientes, y mata ganado en la Argentina, en un fenómeno que también repercute sobre aspectos socioeconómicos y productivos de comunidades y regiones del país.
 El río Paraná a la altura de Rosario bajó la cota a la mitad y se ubicó en 1,20 metro, por lo que las actividades náuticas de muchos aficionados quedaron para el futuro en este verano.
 Caminos polvorientos y rutas que se resquebrajan a lo largo y ancho del territorio del país, recorrido en parte por el Rally Dakar mostraron los efectos del fenómeno.
 El actual episodio de La Niña (enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial) comenzó en el otoño de 2008, el más seco de los últimos 70 años cuando se inició la campaña de trigo, explicó a Noticias Argentinas, la especialista en teledetección Stella Carballo.
 Integrante del equipo del Instituto de Clima y Suelo del Inta Castelar, la experta está decidida a no alarmar pero sin embargo admitió que a mediados de año podrá comprobarse si La Niña se va o se renueva por tercera vez.
 En el camino quedó una cosecha de trigo que hoy sólo es de 8.3 millones de toneladas: "Cuando se sembró, el suelo prácticamente no tenía reservas".
 Algunos especialistas consultados recomiendan "definir estrategias de prevención, para mitigar y manejar el desastre" ambiental.
 Un concepto para tomar en cuenta es que la sequía constituye uno de los desastres naturales que mayor impacto económico tiene y afecta a millones de personas, aún cuando no se perciba de inmediato.
 La renovación de La Niña agotó reservas hídricas no sólo en Argentina, sino también en Paraguay, Uruguay y Brasil.
 Los especialistas coinciden en que no se puede determinar cuándo finalizará un período seco pero se sabe que "tiene un efecto directo y significativo sobre la producción alimenticia y la economía en general".
 Los agrometeorólogos en la Argentina sostienen que la sequía del ’89 fue de idéntica gravedad a esta, pero la actual ya se prolongó en dos campañas agrícolas y habrá grandes pérdidas en maíz.
 "La región norte de Buenos Aires está atravesando una de las sequías más intensas de las últimas décadas", afirmó esta semana el técnico del Inta Pergamino, Gustavo Ferraris.
 La sequía puede definirse como una reducción temporal, notable del agua y la humedad disponibles, por debajo de la cantidad normal o esperada para un período dado.
 En este sentido, el cultivo de soja requiere evapotranspirar entre 450 y 550 mm de agua durante su ciclo, lluvia que deberá regar a las 15,8 millones de hectáreas sembradas actualmente.
 Otro dato curioso del fenómeno es que ya no se trata de una sequía agrícola sino que también es hidrólogica y meteorológica.
 No sólo han mermardo los recursos acuáticos en el nivel de los ríos, lagos y aguas subterráneas sino que varios molinos en distintas provincias dejaron de extraer agua porque bajó la napa.
 Un informe colombiano determina algunos efectos de la sequía:
  •   Reducción en los ingresos de los productores, en las oportunidades de empleo relacionadas con el campo.
  • Caída generalizada de la demanda en toda la economía.
  • Mayor morosidad de pagos en el sector rural y aledaño: se rompe la cadena de pagos en comercios, bancos locales y consumo.
  • Menor recaudación fiscal por caída de las exportaciones agrícolas.
  • Migración de población rural a las ciudades.
  • Mayor conflicto por el acceso a las fuentes de agua potable.
  • Incremento de la tensión social.
 Las acciones políticas y de macroeconomía así como la implementación de ayuda y programas ganaderos, como es la conservación de forrajes, son algunas de las prácticas que se recomiendan en un plan para mitigar los efectos de la sequía. (NA).

1 comentario:

  1. Es vital relacionar este punto con la entrada anterior, ya que el aumento de las sequías tiene una relación directa con el calentamiento global y con el aumento de incendios forestales. Vamos mucho mejor. Tienen un 8.

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